Padre Pío – Breve historia de un santo
(Grabiele Amorth)
Querida Parroquia, con ilusión y alegría, retomamos, después de las vacaciones de verano, nuestra andadura en la recomendación de libros que nos puedan ayudar en nuestro avance en el camino de la Fe.
Aprovechando la celebración el día 23 de septiembre de San Pío de Pieltrecina, os queremos traer una breve biografía suya escrita por el Padre Amorth, y es que el 16 de septiembre se cumplieron cinco años de la muerte a los 91 años del Padre Gabriel Amorth, sacerdote que se convirtió en el exorcista más conocido de la Iglesia Católica.
Se trata de un entrañable libro que no pretende decir nada nuevo sobre lo que ya se ha escrito en torno al santo de los estigmas, sino colaborar en el conocimiento y devoción del santo más querido de Italia y uno de los más populares de nuestro tiempo.
El padre Amorth inicia el libro con un episodio al que el padre Pío siempre atribuyó gran importancia. Sucedió cuando el padre Pío tenía 15 años.
Se trata de una visión. El joven se vio junto a un hombre resplandeciente que le invitó a combatir con Él como un guerrero valeroso. Le llevó a un campo vastísimo en el que vio venir hacia él un hombre horroroso. El personaje resplandeciente exhortó al muchacho a combatir con él. Francesco le pidió que le evitara ese enfrentamiento, pero el otro respondió “Ánimo, entra en la lucha con confianza. Yo estaré cerca de ti, te ayudaré y no permitiré que te derrote”. El choque fue terrible, pero gracias a la ayuda del personaje resplandeciente, el gigante fue derrotado y tuvo que huir.
Este episodio lo narra Amorth como una anticipación de la vida del padre Pío. Pues toda ella fue una lucha continua contra el demonio, que le asaltaba y le trataba de impedir que salvara almas. A veces fue una lucha interior; otras un ataque externo. Y cuando el Padre, agotado, lleno de moratones y de golpes era socorrido por sus hermanos, solía confesar: “Gracias a la ayuda celestial siempre gano yo”.
El padre Amorth testifica que en su labor de exhorcista ha tenido la especial protección del padre Pío y que en muchas ocasiones la persona poseída ve al padre Pío y grita:” ¡Ese fraile no! ¡Ese fraile no lo quiero!”.
Y es que el padre Pío “se puso las armas de Dios” (oración, sacrificios y el Santo Rosario) para poder afrontar las asechanzas del diablo y salir triunfante.
Los ejes fundamentales de la biografía del P. Pío que se reflejan en este libro son la casa que levantó para aliviar el sufrimiento de los fieles, su modo de vivir los sacramentos de la Eucaristía y la Penitencia, y su gran familia, la de los miles de hijos espirituales que tiene repartidos por todo el mundo.
Y aprovechando la ocasión, no podemos dejar pasar la oportunidad de hablar y difundir ” El Cuaderno del amor” .
Para el Padre Pío, las palabras de este librito eran una promesa de gracia del Corazón de Jesús ofrecidas a un mundo sin paz, fue escrito por inspiración sobrenatural por Luigi Gaspari, uno de los hijos espirituales del Padre Pío.
El santo capuchino aseguró a su hijo espiritual y primo suyo, Capochelli, que todo aquel que contribuyera a difundir El Cuaderno del amor tendría el agradecimiento eterno del Padre celestial y el suyo propio.
El cuaderno del Amor es un pequeño pero precioso librito, un verdadero tesoro espiritual en el que el Cielo nos recuerda que no hay que tener miedo, que el miedo es una falta de confianza en Dios, que es todopoderoso, y que hemos de abrir el corazón a Cristo para que sea Él, quien a través de nosotros, se dé a conocer y a amar a todas las almas. Así, dejándole entrar en nuestro corazón, podrá obrar maravillas en nuestras almas y, a través nuestro, en las de los demás.
Luigi Gaspari hizo llegar al Papa Pablo VI este librito. El Santo Padre, después de leerlo atentamente, dijo de él que no sobraba ni una coma, que era un libro de gran contenido espiritual y que haría mucho bien a las almas.
Es un cuaderno de acceso gratuito en Internet pero que aquí os adjuntamos para bien de todas las almas que tengan la dicha y la gracia de leerlo. ¡No dejéis de hacerlo!
Nos encomendamos a este gran Santo y nuestra Madre en este nuevo curso que comienza. Unidos en oración.