Querida familia Parroquial, metidos de lleno en el otoño, nos encontramos en el mes de noviembre, precioso mes, en el que el Señor nos invita a orar y pedirle al Señor por nuestros difuntos y por los que desconocemos, que también duermen el sueño eterno. Para los creyentes, mes para la esperanza, esperanza que brota del amor de Dios y de la salvación que nos ofrece.
Así mismo también celebramos la festividad de todos aquellos que han pasado por el mundo enriqueciéndonos con su vida llena de amor y de santidad.
Probablemente sean santos desconocidos, que no hayan subido a los altares porque pasaron por su vida terrenal en silencio. Su labor quizá no haya sido elogiada en ningún medio de comunicación y solo Dios la conoce. Solo Él a la hora de recibirlos en su Reino habrá santificado sus almas. Para ello, muy lejos de las celebraciones paganas y superficiales que se nos intentan imponer, hemos de ofrecer a los Santos nuestras oraciones para que intercedan por nosotros y nos llenen de santidad, para seguir el camino de amor y entrega a los demás.
El Santo cura de Ars leía siempre la vida del Santo del día y decía: “Leamos sobre todo la vida de algún santo, donde veremos lo que ellos hacían para santificarse; esto nos alentará”.
Por ello este mes, os hemos querido traer la biografía de Bakhita, la Santa Sudanesa: ”LA ESCLAVA INDOMABLE”.
Este libro nos refleja la vida de una niña sudanesa secuestrada a los nueve años, vendida como esclava en varias ocasiones y tratada de la forma más cruel que cualquier ser humano pudiera imaginar. Pero Dios no abandona a sus pequeños, ya que providencialmente un cónsul italiano la traslada a Italia, en donde comienza su camino de Fe. Obediente y dócil a la voluntad del Señor ingresa en la orden Canosiana, no sin sus cruces y recuerdos de pasado, para vivir en Santidad, con una FE Y CONFIANZA inquebrantables en tiempos difíciles, en donde la primera y la Segunda guerra mundial azotan a Europa.
Su Santidad se basa en un camino espiritual de sencillez, entrega y obediencia, similar al de Teresita de Lisieux. Patrona de los africanos oprimidos, es beatificada en 1992 por San Juan Pablo II junto con otro gran Santo, San Josemaría Escrivá de Balaguer. Caminos y vidas muy diferentes, magnífica ilustración de la gran riqueza y de los contrastes que existen en la Iglesia, donde se unen en Santidad la pequeña esclava BaKhita y el que fuera el marqués de Peralta, D. José María Escrivá de Balaguer.
Pudiera parecer que Bakhita no es una Santa de nuestro tiempo, pero hoy más que nunca la esclavitud infantil se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos de nuestros días, por no hablar de la gran esclavitud a la que estamos sometidos con nuestros vicios y apegos.
Bakhita puede interceder para lograr ese desprendimiento que nos hace libres, para lograr como ella decía, la CONFIANZA PLENA EN EL PARON (DIOS) que cuida de sus criaturas.
En el día terrible, yo confío en ti En Dios, cuya promesa alabo
En Dios confío y no temo
¿qué podrá hacerme un mortal?
(Salmo 56: 4 – 5)
A veces no necesitamos ser grandes eruditos; la sencillez de un corazón abierto a la voluntad del Señor nos puede llevar a conocerle, a amarle y a verle en cada uno de nuestros hermanos, pues el amor extremo se refleja en el perdón a nuestros enemigos.
Os animamos a la lectura ágil y profunda de la biografía de esta gran Santa que se ha convertido en la patrona de los africanos oprimidos.
Por último, os hacemos caer en la cuenta de cómo su lectura nos actualizará en el conflicto de Sudan y nos hará caer en la cuenta de la gran necesidad de oración que tiene dicho país, pues su guerra (tan poco reflejada en los medios de comunicación) ha devastado y sigue devastando a nuestros hermanos africanos al otro lado del mundo.
En imitación a Santa Teresa de Jesús seamos como ella que cuando era niña, al leer la vida de los Santos con su hermano, se entusiasmaba por la felicidad del cielo.
¡Dichosos los padres que les dan a sus hijos la costumbre de leer la vida de los campeones de la Fe: tendrán hijos o nietos santos!
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