El Libro del Tun
(Traducción: Francisco Segarra)
El segundo libro que queremos recomendar lo leímos hace casi un año, y lo hemos vuelto a releer en varias ocasiones dada su sencillez y claridad para explicar “cosas complicadas” a través de los ojos de un niño.
Esta lectura plantea temas profundos que exploran el misterio. Tun es un niño que habla con Dios, y Dios le habla del amor, el perdón, la vida eterna, el dolor…
Este texto, traducido del inglés por el escritor y publicista Francisco Segarra, se atribuye a dos autores tan dispares como Antoine de Saint-Exupéry y Clive Staples Lewis.
El manuscrito fue hallado por Segarra mientras seleccionaba material gráfico y escrito en casa del fallecido militante anarquista catalán Rogeli Comas i Munné. El anarquista Comas tenía contactos con elementos del P.O.U.M, el partido con el que combatió Orwell. El nombre del escritor inglés aparece en el sobre y al final del manuscrito.
Segarra opina que el manuscrito no es de Orwell ya que no es su estilo. Orwell tendría dentro de sus amistades a Lewis, aunque no le gustaba el cristianismo de Lewis y por ello podría haber sido utilizado por Orwell para ridiculizar a Lewis y sus ideas tradicionales. El trabajo de sátira, en cualquier caso, no fue concluido; y, quizá, ni siquiera iniciado: “las notas y correcciones no logran alterar el sentido trascendente original”.
El traductor de esta obra, baraja otra posibilidad, que es la autoría de Saint-Exupéry (autor del Principito) ¿Por qué el autor de ‘El Principito’? No solo por el tema, muy suyo, sino porque en 2019 aparecieron en Suiza, en la mansión de un coleccionista, miles de obras de arte; entre ellas, unas carpetas con textos y bocetos de ‘El Principito’ que, se asemejan mucho al contenido y el estilo de ‘El Libro de Tun’.
En cualquier caso, es un librito que nos hace reflexionar y orar para tener un corazón de niño, un corazón que confía plenamente en su Padre bueno y fiel y con el que esperamos gozar de su maravillosa presencia en el Reino de los cielos.
“Dejad a los niños y no les impidáis que vengan conmigo, porque de los que son como ellos es el Reino de los Cielos.” (Mt 19, 14)