Querida familia Parroquial, Feliz y Santo año nuevo. En este 2024 que acabamos de estrenar, continuamos empujados por la Gracia de Dios, recomendando las lecturas que el Espíritu Santo pone en nuestro camino para guiarnos en nuestra progresión espiritual.
No os inquietéis por nada; antes bien, en toda ocasión, presentad a Dios vuestras peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias. Y la Paz de Dios, que supera todo conocimiento, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Filipenses 4, 6-7.
Con esta cita de la Sagrada Escritura comienza el libro que hoy os traemos, libro que versa de un tema de gran actualidad, como es la salud mental, y cómo los cristianos hemos de lidiar y enfrentarnos a ella.
Para ponernos en contexto en España, el trastorno de ansiedad es el problema de salud mental más frecuente y según estadísticas del ministerio de sanidad de 2023 afecta al 6,7% de la población, si bien se considera que la cifra es «muy superior», pues el porcentaje solo representa a las personas oficialmente diagnosticadas.
Según la OMS, los trastornos de ansiedad son en muchos casos la antesala del riesgo de depresión y comportamientos suicidas.
Diferentes metanálisis y estudios internacionales han demostrado el carácter preventivo de la creencia y práctica religiosa frente al suicidio hasta en un 17%.
En el caso de la religión católica, en la España de 1980 casi el 88% de la población se consideraba católica y los suicidios no llegaban a los 1700 anuales. En 2020, mientras que los católicos disminuyeron en un 20%, los suicidios se han multiplicado por 2,4, rozando la cifra de los 4.000. Cifras preocupantes, siendo además la primera causa de muerte entre los jóvenes.
La ansiedad que muchas veces todos padecemos, es una respuesta predecible ante la vida en un mundo herido, donde la inseguridad es muy corriente. Esa emoción, bien encauzada, nos ofrece una oportunidad de experimentar la misericordia y el amor atento de Dios, que comprende mucho mejor que nosotros la crueldad de nuestro tiempo.
Tal y como nos repite la Sagrada Escritura, hemos de reconfortarnos sabiendo que no entra en los planes de Dios que vivamos angustiados o temerosos. En la Teología del cuerpo, San Juan Pablo II, nos recuerda que para entender los planes de Dios como Él los soñó, hemos de volver al comienzo, y saber que la fase histórica actual no nos deja ver aquello para lo que fuimos creados: vivir en unión completa con Dios para toda la eternidad.
Dios nos quiere completos, sanos, piadosos y llenos de gracia (CSPG), y así es como nuestro Padre celestial, que ve más allá, nos ve a cada uno de nosotros, y dedica toda su gracia para que lo consigamos, sin dejarnos solos ni un solo instante. Esta “gracia” retira todas las capas que el mundo caído nos ha ido sumando, para que aparezca ese CSPG aún no revelado.
El autor de este libro es Gregory K. Popcak, licenciado en psicología y teología, profesor de Estudios Pastorales, autor de más de 20 libros y director de una plataforma de acompañamiento psicológico para dificultades matrimoniales, familiares y personales SIEMPRE DESDE UNA PERSPECTIVA CATÓLICA.
En el libro se establecen de forma sencilla las bases y fundamentos científicos de la ansiedad y el miedo, así como las herramientas para su manejo: conocer cómo nuestro cuerpo es la primera regleta de sobretensión, cómo instalar sistemas de refrigeración, reconocer nuestro ascensor emocional, buscar el equilibrio y reconocer las relaciones buenas que contribuyen a mejorar nuestra capacidad de procesar psicológicamente el estrés.
El autor hace una firme apuesta por cómo la fe católica en particular es un pilar trascendental a la hora de enfrentar la ansiedad:
1. La oración no es magia: cómo hacer que sea eficaz contra la ansiedad.
2. Ser receptivo y no rezar solo cuando el estrés lo pida.
3. ¡Frenar!: Prepararnos para la oración.
4. Sumergirnos en el amor de Dios, doblemente efectivo contra la ansiedad.
5. Rezar en voz alta para no divagar.
6. Oraciones nobles y reflexivas, sin limitarte a recitar palabras.
7. La oración meditativa, un combate contra la ansiedad.
8. El «poder ansiolítico» de la Lectio Divina.
En resumen, Dios tiene grandes planes para cada uno de nosotros, para que nos liberemos del miedo y de la angustia y descansemos confiados en su amor, como lo hace un niño en brazos de su madre.
Sabemos que la senda de la paz se recorre durante toda la vida, y a veces la tarea que tenemos por delante es abrumadora y nos sentimos como los apóstoles, limitados a esos cinco panes y dos peces, pero nuestra tarea es sentirnos confiados en Dios, porque Él mueve nuestro corazón y nos pide que confiemos en Él y porque sumado a su gracia, será suficiente.
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